¿Guarda el Gobierno Pan para Mayo y Leña para Abril? Una Caracterización de la Naturaleza Cíclica del Consumo e Inversión Públicos en el Perú

Durante la pasada campaña electoral varias agrupaciones políticas manifestaron, de una u otra manera, su intención de seguir una política fiscal expansiva para hacer frente a la desaceleración de la economía peruana. Es decir, proponían una política fiscal contracíclica –término que en la última década se ha venido instalando en el vocabulario de analistas y hacedores de política en el país. Se dice que una política fiscal es contracíclica cuando el gobierno aumenta el gasto (consumo e inversión) o reduce impuestos en periodos en que el PBI está por debajo de su nivel de tendencia, y hace lo contrario cuando el PBI está por debajo de dicho nivel. Al hacer una política contracíclica con el consumo e inversión públicos, el gobierno estaría guardando ¨pan para mayo y leña para abril¨, como dice parte de un antiguo refrán.

Las economías avanzadas llevan a cabo políticas contracíclicas con regularidad. Un ejemplo reciente es la política expansiva del gobierno norteamericano durante la Gran Recesión. Este tipo de políticas son importantes para atenuar las fluctuaciones de la producción y el empleo, lo cual permite elevar el bienestar de la sociedad. Paradójicamente, diversos estudios encuentran que los países emergentes y en desarrollo siguen políticas macroeconómicas procíclicas.[i] En el caso peruano, hay algunas preguntas que merecerían atención: ¿Ha sido el Perú uno de los tantos países que ha seguido políticas fiscales procíclicas?, ¿son éstas diferentes dependiendo de la fase del ciclo económico?, ¿ha habido algún cambio recientemente?, ¿qué razones explicarían dicha ciclicidad de las políticas fiscales?. Esta entrada abordará brevemente estas preguntas centrándose en el consumo e inversión públicos.[ii]

Una forma simple de medir la ciclicidad de una política es calculando el coeficiente de correlación entre las variaciones del instrumento de política y del PBI. Una correlación positiva (negativa) entre un componente del gasto público y el PBI indicaría una política procíclica (contracíclica). Así, la correlación de las variaciones del consumo público y PBI (ajustados por inflación) de sus respectivos niveles de tendencia es 0.61 para el periodo 1980.I-2015.IV (ver Figura 1). El estimado análogo para el caso de la inversión pública es 0.29. Es decir, el consumo público ha sido más procíclico que la inversión pública históricamente. Si se considera el gasto público total (consumo más inversión), se tiene una idea más completa de dicha prociclicidad (tercera barra en la Figura 1).

[i] Ver, por ejemplo, Calderón, C., Duncan, R., Schmidt-Hebbel, K., 2016, Do Good Institutions Promote Countercyclical Macroeconomic Policies?, Oxford Bulletin of Economics and Statistics.

[ii] Un análisis más amplio incluiría los cambios en impuestos. No obstante, las principales conclusiones tienden a ser similares.

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